sábado, 13 de septiembre de 2008

El mundo es pequeño y las fiestas son grandes.

Con mi carnal de batallas, una amiga y otro personaje recién llegado al cotorreo fui a una fiesta ubicada en el bello centro de la ciudad. La casa era enorme, tenía muchos cuartos y pasillos muy amplios; una casa fabulosa.

Camino, y me dicen “!que ondas¡”, volteo Alex, un ex compañero del trabajo y buen amigo -cómo están- (conocía también a mi carnal de batallas) pregunta el buen Alex y le contestamos con todas las trivialidades de un encuentro.

El caso es que era uno de los festejados, nos dio unos vales para la cerveza, nos platicó de su nuevo trabajo y que en ese momento tocaría con un grupo su djembé. Seguimos nuestro camino por la vida cuando de repente -hola ¿cómo estás?- volteo y me topo con una amiga de la Universidad que tenía mucho tiempo sin verla, la saludo, me saluda y le hablo a mi carnal de batallas para que la salude (también la conoce) y platicamos las trivialidades que se platican en los encuentros.

También mi carnal se encontró un par de ex compañeros de la secundaria yo a otros ex compañeros de mi hermana (que no fue, de lo contrario nuestro porcentaje de encuentros hubiese subido bastante) todo eso en una noche y en un mismo lugar, es decir, de todas las fiestas que se desarrollaron en Guanatos, nos paramos en donde había más de nuestros amigos sin siquiera saberlo o presentirlo.

No cabe duda, el mundo es pequeño y las fiestas son grandes.

3 comentarios:

Jo dijo...

recuerdo a esos compices o amigos de morral en bandolera donde de subito los caminos de cada cual nos fueron separando pero cuando volteas te encuentras con ellos... y sonries... solo sonries.


un abrazo!

Sue dijo...

Es que Guadalajara es pueblo... jeje, yo me encuentro sin pensarlo, a un conocido cada semana.

Neto Citadino dijo...

Jolie: así es, solo se sonríe

Sue: cada semana yo no, esa es mi hermana jajajaja