Darwin cuesta chambas.

Hay varias cosas que pasaron en el fin de semana y en los días previos al fin de semana. Entre muchas, existe una anécdota que me causó mucha risa y me acordé del viejo oscurantismo de la Edad Media y algunos pasajes de la historia humana que en un momento causaron miedo pero hoy día causan risa.

Resulta ser, que un colega profesor de biología, en la plática de políticas escolares, comentó que trabajaba en un Colegio confesional (que me reservo el nombre por obvias razones) del que fue separado por un mal comentario o, por así decirlo, una “mala” praxis de su oficio cotidiano.

Dentro del programa de biología se habla, por supuesto y por que no hay de otra, de Darwin y su teoría evolucionista. El compañero profesor impartió el tema y Le preguntan “¿qué ondas con Adán y Eva?” y él contesta “esa es otra teoría” y ahí quedó.

Los padres se enteraron y pidieron el despido de mi colega, por andar dando temas anti creacionistas. Una vez que comentó la anécdota todos nos reímos.

Terminado el minuto de humor negro y risas fáciles, otro colega dice que hasta el Vaticano acepta la teoría evolucionista, es algo “superado”. Puede ser, pero la realidad es que hay gente asegurando que “la teoría de Darwin es pacaminosa”. Me acuerdo una vez mientras oía la radio camino a mi prepa, un locutor estaba enojado de la teoría del buen Darwin, decía más o menos “yo vengo de algo divino, yo no soy pariente de ningún chango”. Total, son teorías que se respetan pero me quedo con Darwin.