Hoy es el día del maestro, y lejos de marchas eternas, consignas de sueldo y más cuestiones no tan docentes, quiero agradecer a todos los maestros que me han impartido clases a lo largo de mi vida.
Concretamente:
La maestra de sexto año: señora que me hizo amar a la historia, nunca me dejó solo y además logró hacer mi último año de primaria el mejor de todos (los viernes nunca fueron iguales).
Profesor de historia en segundo y tercero: afiancé mi amor a la historia, me enseñó la historia alterna que no existe una sola versión de los hechos.
Profesor de filosofía: la prepa, la mejor época del estudiante, aprendí de Sócrates y de que la filosofía no es solo leer teóricos sino una forma de vida.
Profesor de derechos humanos: también de la prepa, culto muy culto, una vez hizo un maratón y nos dejó en ceros. Gracias a eso me puse a leer para poder buscar el conocimiento (Lady Godiva no vendía chocolotes desnuda).
Profesor de procesal civil: no fue la única materia que impartió, pero lo conocí ahí. Fue nuestro padrino de generación y logró que, hasta la fecha, no se me olviden las cosas. Además de que cada clase era risa segura por sus comentarios ácidos, sarcásticos duros y al hocico.
Profesor de psicología jurídica: un profesor cruel, despiadado una chava perdió la beca en sus clases, pero al final me percaté que aprendí sin darme cuenta.
Hay más, pero ellos son los más destacados.
Felicidades a todos los profesores.
1 comentario:
Yastá: tenemos triple motivo para festejar.
:D
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