Los caminos sencillamente no son fáciles, pero si bastante confortables, las realidades no son lo suficientemente crudas como para no contarlas. El pesimismo se disfraza de realismo y el optimismo de ingenuidad. Se debe ser lo suficientemente realista para no ser tan ingenuo, pero de vez en cuando es idóneo ir con bandera de pendejo en situaciones que así lo ameriten.
La cultura es como tener un reloj, uno no da la hora si no la preguntan. Saber mucho es no saber, y saber que no se sabe nada es sabiduría pura. En conclusión la educación es el aprendizaje progresivo de nuestra ignorancia (frase de Durant).
México es surrealista, pero en mis antiguos trabajos van más allá que el promedio nacional. El dolo eventual es como encontrar un marxista guadalupano o un indio blanco.
La verdad es que mías son estás ideas sueltas, no hay tiempo de concatenarlas. Perdonen mi desordenado post.
3 comentarios:
A mí no me parecen desordenadas, es más o menos así como me surgen las ideas.
Respondiendo a tu P.D., mis ojos se han quedado guardados; han visto suficientes cosas, y apartir de ello es que es momento de que los pies tomen consciencia del lugar que pisan y del sitio al que se dirigen
ay guey!
le quedó chido! =-)
Totalmente de acuerdo, México es un país surrealista y te das cuenta cuando narras aconteceres que para tí son normales a otras personas de otros países. Más de una vez he escuchado "éso que me dices no es posible" cuando les cuento cosas de México a la banda de por aquí.
Lástima que parte de ese surrealismo sea el contraste tan grande entre las clases sociales...
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