Pláticas globales

Platicaba con un buen amigo mientras instalaba un interfón en el nuevo negocio, Londres, Madrid, Jerusalén y más destinos fueron los que visitó. Dentro de la plática mencionó que trabajó un tiempo en Londres, y, como dato curioso, menciona el hecho de que él, mexicano, preparaba pizzas en Inglaterra. Por mi parte (por aquello de la globalización) le comenté que en mi mensajero instantáneo tenía contactos diversos y un día sucedió algo que en mis años de niño nunca hubiera pensado.

El caso concreto estuvo curioso, un día tuve la oportunidad de platicar con mi primo que ahora vive en Montevideo Uruguay, una muy buena amiga (casi mi hermana) está de visita en Zaanstad Holanda, otra en Sydney Australia y por último, producto de mi fallido programa de radio en la red, una chica que acabo de conocer, nacida en Guinea Ecuatorial radicada en Zaragoza España. Fueron escasos minutos en los que todos coincidieron (la diferencia de horarios lo hace un poco difícil) pero esto fue posible gracias al Internet.

Esta maravilla de la globalización, me ha dado la oportunidad de acortar las distancias y, desde luego, abaratar los costos en comunicación. Por ahí comentó Jolie de que estamos a un click de distancia.

Las noticias son rápidas, los videos escandalosos y chistosos están a la mano, me doy el lujo de bajar rock polaco o ruso, puedo expresarme en blogs de gente que vive fuera de México y consigo las recetas más exóticas para cocinar.

El Internet es parte de nuestra vida cotidiana, al menos para los que nos tocó la suerte de vivir con el, en mi niñez no existía pero ahora es parte de mi contexto como los libros, la televisión o el automóvil. Ahora la cuestión es ¿Qué será lo siguiente? ¿Cómo será mañana? La verdad no me preocupo pues por el momento puedo entereanme hacia dónde gira el retrete sin la necesidad de realizar una llamada por cobrar.