Todo empezó en un evento escolar, todo bien y normal, terminé medio jodido de la chinga que es hacer deporte (así es, yo digo que el deporte es nocivo para la salud).
Me di a la fuga como por las 12:30 hrs. y continué mi camino a mi casa. Llego y se planea el resto del día, al parecer hay concierto de Fernando Delgadillo a las 20:30 hrs. sin embargo antes de eso había un compromiso más.
Mi primo, mi tía y yo fuimos con mis abuelos y mi tío, que de visita venía. Nos zampamos unos pollos mutantes del KFC (la grasa trasnacional es muy buena) y contamos anécdotas, chistes todo lo normal en una reunión de familia.
Concluida la comida, procedimos a salir de la casa de mis abues (mi tía, mi primo y yo), el punto de llegada era la FIL, y dejamos el automotor a escasas 18 cuadras (la neta no conté pero es para darle dramatismo, si estaba algo lejos caminando).
La hora de llegada fue a las 18:30 horas y la fila estaba un poquito larga, de Mariano Otero hasta dar la vuelta en Av. de las Rosas.
Dedujimos que no era buena opción, mejor nos retiramos de ahí, pues padecemos de agorafobia.
Regresamos al lugar de donde estaba el vehículo automotor procedimos a mi casa para dejar a mi Tía, para después ir al concierto del buen Fernando.
Terminando el compromiso, llegamos al Teatro Galerías, listos y dispuestos a presenciar un buen concierto. Nos sentamos en las comodisisisisimas butacas del recinto.
20:30 en punto, (¡wow!), empezó un trovador de pacotilla que daba pena ajena (canta peor que Martín Urrieta) lo siguió otro no tan peor y cierra el Tío Ferna.
La velada fue tremenda, de repente muy melancólica, graciosa y romántica (el individuo cantó las que debió cantar) muy buen concierto de verdad, si no fuera por las butacas tan espaciosas del teatro todo estaría perfecto.
Una vez concluido 23:56 (más o menos) unos amigos de mi primo nos invitan al F. Bolko (nunca estuve ahí), llegamos alrededor de las 00:20 horas y empezamos a ver un show al que David Lynch y Alejandro Jodorowsky les hubiera gustado, una especie de circo en la que entre acto y acto la gente aventaba lechugas (como si hubiera suficiente para el hambre en el mundo) mejor nos largamos a un lugar más seguro de las drogas y malos vicios.
01:10 horas finalizó el cotorreo y nos largamos lo más lejos del freak Show y andábamos por arribar al “Bar Américas” que resultó placenteramente apretado.
Un buen dj (Oscar Colín), buenas cervezas, una bebida que no conocía pero estaba rica y mucha gente bailando como puerca ciega o changa con ataques (por lo borrachos).
Lo que más llamó la atención fue un Colombiano que decía que su suegro le puso sus calzones con rajita de canela en el balcón (neta lo contó más escatológico pero mejor lo censuro), una chava me tiró la bebida y pues yo ya iba a iniciar una pelea de cantina pero no procedía en el momento y claro está, el imbécil que me pidió un trago de cerveza y le di lo que me quedaba (soy muy altruista).
Mi primo empieza a reírse, el muy baboso (el que le obsequié el último trago de mi chela) quiso tomar del cenicero, el cual estaba atestado de colillas y mugre inimaginable. Lo único que hizo es toser y toser.
Todo este sábado terminó en domingo con un cahuamón de indio en el cuadrito y haciendo recuento de lo que pasó un sábado 1 de diciembre de 2007.
2 comentarios:
Muy buena tu andanza de fin de semana.
Yo intenté con la FIL ayer domingo, después de ver Across the Universe (no te la pierdas) y, uf, estaba de locos. Mejor nos fuimos a compartir un early dinner en el Coscafé, jaja.
Te extrañamos hoy. ¿Todo bien?
chida anecdota, y la forma de contarla, saludos.
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