Solo en México, país de la gran memoria, en el cual todo se recuerda, se recuerda los políticos corruptos, se recuerda los malos candidatos, las grandes pérdidas se recuerda todo, de nada nos distraemos, no paramos a la nación por el final de una novela, no somos consumistas consumados vestidos con lo último que ordenan poner de ropa, zapatos, perfumes etc. Somos una nación rica, somos la mejor, somos una potencia mundial, en cultura andamos excelentes, miren cuantos de nuestros niños leen, miren cuantos libros lee un mexicano por año, es una cantidad inmencionable, tenemos las mejores carreteras, las mejores escuelas y colegios, somos de los mayores productores y exportadores de comida y aparatos electrónicos, las calles son limpias, las avenidas bien planeadas, sabemos lo que se gasta en el gobierno por que es transparente, de la inseguridad, ¡por favor¡ de verdad puedo caminar a las tres de la mañana sin ningún problema en cualquier parte de la ciudad sin importar de nada, por que nuestros atléticos y bien entrenados policías están atentos de lo que pasa, son tan limpios y celosos de su deber que no soportan oler el crimen, las cárceles están infestadas de los malandrines que los jueces y ministerios públicos se encargan de procesar de la manera más pronta y justa para la ciudadanía, la explotación en las fábricas, ¡¿Qué?¡ Explota¿que? esa palabra no existe en el diccionario laboral; los obreros además de que están preparados ganan sueldos muy buenos, tan buenos que los extranjeros quieren venir a trabajar a nuestras fábricas además de que halagan nuestra unión ante todo, la pobreza esta reducida, a decir que la inflación no esta tan elevada, y el poder adquisitivo es muy bueno, muchos se dan el lujo de comprar coches al contado y todo lo de su casa u oficina, México es un país perfecto, bueno, casi perfecto, tiene sus defectos… pero son soportables.
Esta mentira es tan grade como el párrafo, tan grande como México, tan grande como la apatía de todos y cada uno de nosotros, tan grande como nuestra falta de memoria, tan grande como los problemas que nos aquejan diario. Ahora bien, que sentimientos tendrías si esta mentira fuera una verdad, que sentirías si tus hijos viven en una verdad donde respirarán tranquilos sin pensar en problemas del país. Si tú mueres, dejarás lo mismo para los demás, para tus hijos, una gran falacia de vida, un cruel suceso. ¿Por qué soportar una vida verdadera y terrible y no poder hacer esta mentira realidad?
No será en uno, dos, tres días o años, quizás toda la vida lucharemos para eso y moriremos en la lucha. ¿Vale la pena luchar? Y si no es así ¿Vale la pena seguir con nuestra verdad y trasmitirla a los hijos? ¿Vale la pena vivir mal? ¿Vale la pena acostumbrarse a lo menos peor? Y si es así ¿Por qué? Y si no ¿Qué vas hacer?
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