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Ciertas imágenes causan un impacto tremendo en nuestras mentes, causan un ruido increíble, es, por así decir, la capacidad de asombro. En estos tiempos, mucho se ha perdido la capacidad de asombro, sin embargo no ha desaparecido.

La gente esta furiosa por la falta de seguridad en las calles, y el niño Martí y la señorita Vargas Escalera han causado un impacto en la sociedad, detonante, mas no fundamental en la marcha de “iluminemos México”.

Eso ya es un tema trillado, vamos, ya sabemos que México sufre de un acoso generalizado por los que prefieren joder a la gente antes de trabajar. Ahora bien, a lo que respecta a la capacidad de asombro, me viene a mi mente la imagen de la niña Omayra Sánchez, aquella niñita de trece años que murió ante la mirada mundial.

Sus últimas palabras fueron “mamá rézale a dios para que yo pueda caminar” mientras estaba parada encima de lo que fue su casa dentro de un charco . Tres días, tres días duró ahí, sin poderse mover, sin poder caminar y nadie pudo rescatarla NADIE. Consecuencia, la niña murió.

La foto que tomó el joven sudafricano Kevin Carter, causó una serie de sentimientos, indescriptibles, que, a la larga no han podido solucionar nada. No he sabido que pasó con la niña acechada por un buitre.

El punto aquí es, nos impacta el hecho de que un joven haya muerto a manos de unos secuestradores, nos indigna la desaparición de la hija de Nelson vargas, los ojos de una niña agonizando nos estremece, el hambre de África nos causa tristeza.

¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por que este mundo está tan torcido? La mayoría de nosotros, no hemos perdido la capacidad de asombro, no nos gusta la crueldad ¿Por qué dejar morir a la gente? ¿por qué soportar un estado de sitio en nuestros hogares? ¿por qué soportar la violencia? ¿por que?

Algo dijo la señora Silvia Escalera, algo que me dejó un aprendizaje invaluable, todos tenemos un corazón que late de lo contrario estaríamos muertos. ¿Por qué ese afán de joder al prójimo? A final de cuentas a todos nos late el corazón y nuestra sangre es roja.

Podría concluir que es la ambición, el dinero, la manera occidental de ver la vida. Una vez dije que el mexicano es enemigo de los mexicanos, eso no es privativo para mi amado país, la realidad es que el humano es enemigo del humano.

No quisiera que todos pensaran como yo, pero me queda muy claro que en este mundo se debe vivir sin joder a los demás, eso, sin lugar a dudas, nos daría un mundo mejor. No pretendo cambiar al mundo, pero yo estoy en constante cambio, yo vivo mi vida sin molestar a los demás, eso, para mi, es fundamental.