viernes, 13 de junio de 2008

Los peores maestros de la secundaria.



Algunos maestros de secundaria en ciertos colegios son crueles, son demasiado crueles como para dar clases. Me acuerdo mucho de un individuo que nos daba computación y otro español en un colegio confesional y tradicional de gran popularidad en Guadalajara.

Ambos parecían hermanos, gorditos, camisas abiertas hasta casi el ombligo, morenos, cabello corto, bigote y (con el perdón pero es una referencia identificable) con pinta de judiciales.

El de español, era nuestro asesor, la antítesis de lo que daba de clases. La poesía debería ser algo bello y los cuentos deberían ser comentados con más énfasis. La realidad es que el gusto por las letras era como su amor a las chivas (le iba al atlas). Así es que todos los días que nos tocaba con él era una especie de fastidio, ejercicios del libro, discursos del tema y, por supuesto, debate pambolero.

Me di cuenta de lo cruel que era cuando fue el segundo examen. El primero saqué seis porque no hice nada de tareas, mis padres me dijeron que esa era una manera estúpida de perder puntos y estuve de acuerdo en ese aspecto; así es que decidí hacer todas mis tareas y todos mis trabajos.

Estábamos en el examen, y muchos de mis compañeros llevaron al maestro recuerditos del equipo de sus amores y como dos botellas. “bueno muchachos es hora de exentar a los que hicieron todas sus tareas y trabajos”, debo decir que me sentía muy bien me sentía realizado. “fumantito, fulanito, fulanito y fulanito” pues me quedé pensando qué pasó muchacho, porque me deja a mi al último.

Para no hacer el cuento muy largo, el profe “exentó” a los dadivosos, así es que yo me la pérez prado con mis tareas y trabajos. Bueno ese parcial obtuve un ocho. Todos los parciales eran lo mismo, pero yo decidí darle pura madre al cabrón profesor, de verdad, ¿todo mi esfuerzo se resume en un regalo?, y lo que es peor, había quienes ni tareas hacían y exentaban.

El de computación era peor, ese méndigo solo exentaba a las mujeres, y claro, nunca recibía regalos más que de las mujeres. Siempre en los recesos estaba rodeada de sus alumnas (las chavas no vieron los anuncios de mucho ojo).

De su clase, bueno puedo decir que nunca entramos a laboratorio, platicaba de sus salidas a los bares, de su trabajo en el tren ligero y por supuesto de sus conquistas femeninas.

Me acuerdo que un día estaba tan encabronado que decidió hacer un examen, claro que las mujeres no lo hicieron (excepto dos, ya se imaginan porque). Todos, absolutamente todos sacamos cero. De ser un ñoño de la primaria a un alumno promedio de la secundaria logré llegar a un completo holgazán, patán y mal viviente que saca ceros en los exámenes.

¿Y qué aprendí? “Pues que el transa no avanza” y que cd no es lo mismo que cd en DOS.

Por cierto, me dijeron que le profe de español murió de cirrosis hace como tres años.

8 comentarios:

Unknown dijo...

Chale con esos profesores; y luego se preguntan por qué esta jodido el país.

Celestina Tercioipelo dijo...

Ay, no Neto, te tocaban unos maestros bien sórdidos, qué miedo.

Jo dijo...

jajajaja que bizarro... y mira, en este pais tan surreal hay de todo.. y que me disculpen algunos maestros pero tienen cada facha que es para ponerse a pensar como le hicieron para entrar al magisterio... te enteras decada cosa... que hasta la mesa directiva es una mafia ...

No hay duda hay profesores que te dejan huella y de la buena... y hay otros.

Luisz dijo...

En la secundaria había de todo.

-Una profesora bien bonita pero maquillada en exceso, un día pintaron los salones con tirol naranja y pensamos que ella los había maquillado.

-Una maestra francesa de filosofía que no hablaba español.

-Un profesor naquito que lloraba porque nadie la hacía caso.

-Un profesor italiano que daba francés y alemán.


Saludos. Muy buen blog.

Volveré.

Celestina Tercioipelo dijo...

La imagen del profesor naquito que lloraba porque nadie le hacía caso es tan triste que da risa.

Saimon dijo...

Mi muy querido y estimado Neto, tengo que decirte que yo también he tenido que aguantar a esos esperpentos que deambulan por ahí haciéndose llamar "maestros". Ni hablar, no queda más que brindar con un buen Tonayan pa olvidar esas penas!... Salud!

Defeña Salerosa dijo...

Y cómo podían darles clases?

O sea, yo tuve malos maestros, pero no a ése grado. El de compu excentaba a sus alumnas a cambio de sexo? en la secundaria???. Debiste decirles a tus padres, para q te cambiaran de escuela.

Neto Citadino dijo...

Defeña lo peor de todo es que las alumnas nunca fueron con el maestro a tener sexo, fíjate que patético, por el simple hecho de hablar con él se ganaban su calificación.
Estamos hablando de niñas de 12 años es imposible pensar que él las llamara a su casa o algún otro lugar. No se permite en una sociedad conservadora como en la que vivo.
Y en cuanto el cambio, si lo hubo solo duré un año en ese "colegio".
En cuanto a los regalos era méramente material, ropa, plumas, botellas (creo que no fui claro Usted disculpará) y no recibía de los hombres solo de las mujeres.

Saludos